4 de agosto de 2010

Ø Luz, cámara, animación: “Hacedor de vida”, Santiago Bou

Desde los comienzos de la humanidad el ser humano sintió la necesidad de expresarse mediante diferentes métodos o herramientas. La ilustración es un icono representativo que data desde la prehistoria, desde allí, los dibujos rupestres son un claro ejemplo del intento de representación de movimiento, y aunque estos permaneciesen estáticos y sin vida, esta tendencia marcaría el comienzo de una larga búsqueda. Al correr de los años diferentes investigaciones y empleos de técnicas, perfeccionaron dicha representación, logrando lo que conocemos como Animación tradicional 2D.
El constante avance tecnológico masifico su ejecución al contexto televisivo, cinematográfico (Corto y Largometraje) y aún a la actualidad se encuentra vigente su utilización.

Por muchas razones la teoría no será suficientemente clara y objetiva, es por ello, que para denotar en profundidad de que trata este maravilloso y complejo mundo de la animación, nos pareció conveniente adentrarnos junto a un experto en la materia. Alguien a quien la práctica conlleve una forma y estilo de vida, para así enseñarnos a elucidar la verdadera esencia del movimiento animado.

Santiago Bou, reconocido ilustrador, animador (2D y Stopmotion) también dibujante de comics, estudio diseño de comunicación visual en la Universidad Nacional de Bellas Artes y durante el transcurso, realizó diferentes cursos de animación para ampliar sus conocimientos. Finalmente descubrió la entrañable pasión de darle vida a sus ilustraciones y a todo tipo de objetos que quisiera.

Se dedica principalmente a la Animación Tradicional 2D (dos dimensiones) en donde se produce movimiento a partir de dibujos, por lo general hechos en soporte de papel, pudiendo variar éste mismo, nos explica. Lo plano del material, más un efecto físico-óptico característico del la vista del ser humano, la “resistencia retiniana” nos permite ver 24 cuadros por segundo (famoso numero de Disney) recreando así el movimiento. El proceso del cerebro en 24 Abas partes de segundos, sobreimprime las imágenes, por consiguiente se entiende que hay movimiento cuando no lo hay.

En cuanto al Stopmotion, hablamos de “movimiento detenido”. Donde se captura fotográficamente la realidad cuadro por cuadro de objetos en diferentes poses, hechos de plastilina, látex u otros materiales. Luego de forma secuencial y continua, la proyección final se traduce en movimiento.

Desde niño dibujaba por hobby, aunque nunca imagino terminar dedicándose a la animación, de cierta forma ésta ultima le brindo más herramientas. Ya no trabajaría solo con el papel, el “Stopmotion” le permitiría trabajar con arena, plastilina, e investigar incansablemente cualquier sustancia que le sea funcional para una posterior realización. La capacidad de expresión material, lo tangible, amplió sus posibilidades de imaginación y aplicabilidad. Asegura que realiza historietas por hobby, y aunque en oportunidades se han convertido en un trabajo, su verdadera meta, a flor de piel, sigue siendo animar. Recibió influencia de Carlos Nine (Pintor- Ilustrador).

Se desenvuelve en el ámbito comercial como freelance y es considerable remarcar que sus obras más selectas, son de diseño y creatividad propia, es allí, donde no existen parámetros ni delimitaciones, para echarse a volar.

Aclara que el trabajo puede volverse rutinario, sobre todo cuando uno ilustra ideas ajenas, ilustra lo que ya esta ilustrado, en donde las posibilidades de creación e innovación casi son nulas, se sigue un mismo estilo, un esquema programado de las líneas a seguir. Trabajo en infinidad de productoras y estudios, entre las producciones más destacadas, Cóndor Cruz (1999), Winnie Pooh´s (2003), Cartoon Network Aniversario (2003), Patoruzito (2004), Yo-Rhad y la Astromavericks (2004), Gisaku (2005), Nocturna (2005), El Arca (2006), etc. Pero esto nunca detuvo su afán por reflejar su parte más personal e intima en creaciones como su conocido cortometraje –Hola?, ganador del “Premio del público” en el FIA (Festival Internacional de Animación) en Uruguay, en el exterior el “1er premio de cortos Internacionales” (Festival Italiano Cartoons) en Italia. También fue seleccionado en el “Annecy Internacional Animation Festival” de Francia por su preproducción para el cortometraje “La cara de la Luna”. Es notable su capacidad para desarrollarse en el marco comercial y artístico, sus composiciones siguen obteniendo reconocimiento y elogios a nivel internacional. Un magno representante de la Animación Latinoamericana.

Asegura que no existe arte que no intente persuadir, influyendo o intentando una modificación en los valores, o en la ideología de las personas. Además le significa una fuerte herramienta comunicacional para reflejar la realidad social. Siente un alto grado de responsabilidad en su parte más artística y propia de expresión. El objetivo es comunicar a partir del interés en lo general, con motivo de unificar y no de individualizar. Desmitifica diciendo que la animación no es solo para niños, todo depende de la contextualización, pueden tener contenidos polémicos, ser única y expresamente para el público adulto, capaz de lograr entendimiento y decodificado.

Suele trabajar por las noche, y si lo hace durante el día, las cortinas de su casa se convierten en un grueso telón, momento en el que se prende la luz de la inspiración, el tablero de transparencia, donde el papel y el lápiz comienzan a dar vida a nuestros sueños y fantasías.
Nota por: Santiago Eliçabe Urriol


Cortometraje "El Hombre y el pajaro" Santiago Bou:

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